La rinoplastia es una de las técnicas quirúrgicas que más han evolucionado en cirugía estética en los últimos años. No olvidemos esas narices nada acordes al resto de la estructura facial, con la punta hacia arriba mostrando los orificios nasales. Eso ya pertenece al pasado de la cirugía nasal.
El concepto a la hora de abordar este procedimiento es completamente distinto: es necesario ser conservador con los tejidos, tocar sólo aquello que molesta, y no olvidar que la nariz no es algo que surge en mitad de la cara, sino que tiene su vida, sus movimientos y su expresividad. Es un ente dinámico.
Antes de pasar por el quirófano, se toman unas fotos y se realiza un estudio antropométrico con el resto de la cara para analizar donde se debe incidir en la cirugía. Todo se explica en consulta, pero no somos partidarios de enseñar, mediante programas informáticos, cómo quedaría tu nariz. Es una garantía encubierta que nadie te puede ofrecer. Los tejidos vivos están y como tales reaccionan, y más si cabe la piel de la nariz, que debe de adaptarse a sus nueva estructura osteocartilaginosa.
Durante la operación, se realiza una incisión por dentro de la nariz, en la mucosa, esto se denomina rinoplastia cerrada. En algunos casos, sobre todo en narices ya operadas ( lo que se conoce como rinoplastia secundaria) o con deformidades, se unen mediante una incisión no visible en el centro. Este tipo de rinoplastias se conoce como rinoplastia abierta. Desde ahí se puede trabajar para modificar el dorso de la nariz, bien aumentando, o disminuyendo, si existe, una giba osteocartilaginosa, el llamado caballete, bien modificando la anchura de la nariz. En una rinoplastia también se pueden cambiar las dimensiones de la punta nasal , así como su relación con el tercio medio y superior de la nariz.
Tras un día de ingreso, y si i no hay que tocar el tabique nasal, en el momento del alta se quita el taponamiento nasal. Es una cirugía sin dolor, pero al llevar una férula nasal te mantiene alejado del mundo durante una semana, hasta que se retire. A partir de entonces puedes llevar a cabo una vida laboral y social normal, sin tener que dar explicaciones. Los puntos de sutura son internos. No hay que retirarlos.
Cada caso es distinto al resto. Si quieres una información para el tuyo en particular puedes solicitar una consulta.