Con el paso del tiempo los tejidos pierden consistencia, y la zona de los párpados no es una excepción. La grasa que vive alrededor del ojo abulta los párpados inferiores y provoca lo que conocemos como las bolsas de los ojos. En los superiores se añade la laxitud de la piel, que se acaba sujetando sobre las pestañas, lo que borra completamente el párpado superior, disminuye la apertura del ojo y ofrece ese aspecto de mirada triste. A todo ello se une que la ceja se cae sobre los párpados superiores y se pierde la grasa de la mejilla «alargando» la longitud del párpado inferior.
En el párpado superior se hace una incisión en el pliegue natural de la piel para que quede escondida. Desde ahí se puede tratar el excedente de piel y de grasa, así como las arrugas del entrecejo y la caída de la cola de
la ceja. El párpado inferior puede no necesitar cicatriz porque se puede acceder por dentro de la conjuntiva para eliminar el exceso de grasa de los párpados inferiores.
Finalmente puede necesitarse un ajuste volumétrico con grasa propia para suavizar la transición del párpado con la mejilla y una valoración final sobre el excedente de piel inferior y la posición del párpado inferior.
Existen muchas opciones y cada caso requerirá un tratamiento diferente. Después de unos de 40 minutos de intervención, la incisión se cierra y a las 48 horas se retiran los puntos, de tal manera que una vez finalizado el proceso de cicatrización su visualización puede ser imperceptible.
Tras la cirugía, sólo necesitarás permanecer durante dos horas en el hospital. Después podrás irte a tu casa. El primer día tendrás sensación de tirantez, pero no dolor. Para que la inflamación sea menor los primeros días se trata con frio local y antiinflamatorios. El segundo día retiraremos los puntos de sutura. El cuarto o quinto día las mujeres se pueden maquillar los ojos. A la semana ya puede una persona pasar desapercibida sin dar explicaciones. A partir de los dos meses podemos complementar la intervención con otro tipo de tratamientos estéticos complementarios.
Es normal que las primeras 24 horas puede haber una hemorragia leve , pero nunca nada llamativo. El frío es un buen aliado. Con hielo las primeras 24 horas disminuyen mucho la inflamación y el manchado.