- Martes, 27 de marzo del 2018
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- Publicado por: Moisés Martín Anaya
Robándole al escritor George RR Martin su célebre frase, creo que los cirujanos estéticos deberíamos decirnos, unos a otros, a modo de advertencia “Summer si coming”. Sí, el verano se acerca y con la máxima exposición de nuestro cuerpo y la mínima expresión de la moda.
¿Para los profesionales de la estética que significa esto? Como imagináis, una avalancha de trabajo, en forma de consultas, dudas, intervenciones, tratamientos, entrevistas y cualquier asunto relacionado con la famosa Operación Bikini. Es inevitable, aunque, cada año, no me canse de decir, que la puesta a punto para el verano comienza en otoño; que siempre se puede hacer algo en primavera, por supuesto, pero que nos resultará más fácil , menos agobiante y nos dará mejores resultados cuidarnos todo el año.
Asumiendo que no voy a tener nada que hacer en mi pequeña cruzada contra las prisas por “ponerlos al día” en cuanto a estética y peso se refiere ya casi en abril , hoy quiero hablaros de las temidas varices.
Temidas, por un lado, porque se trata de un problema progresivo, que va en aumento con el paso de los años, si no se toman medidas oportunas, y, por otro, porque pueden desembocar en historiales de tromboflebitis y úlceras varicosas, que, aunque no tienen por qué ser graves, resultan realmente dolorosas y molestas.
Pero vamos a situarnos en el primero de los estadios, en ese momento en que la sensación de piernas cansadas y los tobillos hinchados se acompañan de las primeras manchitas azules. Es entonces cuando debemos comenzar a tomar medidas, no cuando llega la hora de liberar nuestras piernas de medias y pantalones y no queda más remedio que destapar las varices.
Y no lo digo por el complejo que nos puede provocar, sino porque la aparición de las varices está asociada en la mayoría de los casos a problemas de circulación que, ya se sabe, se agravan en verano. Al fin y al cabo, no son más que dilataciones anormales de las venas. Se trata de una inflamación que se produce cuando la sangre se estanca y las venas no cumplen con la función de transportar la sangre devuelta desde los tejidos al corazón.
Para evitar su aparición o que el proceso continúe irremediablemente mi recomendación es interrumpir los procesos prolongados del movimiento o estáticos. Si estáis muchas horas sentadas, levantaos de vez en cuando y pasear por la casa o la oficina. Si pasáis mucho tiempo de pie, procurad descansar de vez en cuando.
Una vez más, volvemos a la cuestión del peso. Como imagináis, una dieta poco saludable no contribuye a normalizar los problemas circulatorios. Y, como siempre, el ejercicio si lo hace.
Los tacones y la ropa apretada no ayudan, nada. No favorecen la circulación. En cuanto a la edad, los mayores de 35 años son más propensos. Y luego, como no, os toca el turno a las mujeres de padecer por vuestra condición intrínseca de género: una vez más las hormonas y el embarazo favorecen la aparición de las varices.
Para las varices superficiales y las arañas vasculares, venas pequeñas que pueden verse a través de la piel, la medicina estética aporta soluciones. El láser las consigue eliminar hoy día. Las más gruesas, hinchadas y retorcidas requieren tratamiento médico y cirugía, pero no en mi ámbito. Son los especialistas en cirugía cardiovascular periférica quienes te ayudarán. No lo dejéis .