Los enemigos de la estética masculina: abdomen, párpados y papada

Estamos a punto de despedir marzo, el mes del padre, con ese día especial en el que nos devanamos los sesos por encontrar un regalo apropiado para él ( que tiene de todo). Bueno, pues con los padres pasa igual que con las madres, su día debería ser todo el año, sobre todo si hablamos de belleza, porque ellas les sacan a ellos una gran ventaja en cuidado personal. Sí, es cierto que el gimnasio les encanta, que comienzan a invertir algo más en cremas y productos de belleza, pero en cirugía estética, siempre lo decimos, un 70% lo ocupan ellas y el 30% restante ellos. La cuestión cultural tiene mucho que ver, pero también es un asunto generacional y los jóvenes se muestran más dispuestos a poner remedio a problemas que antes se asumían como inevitables. A saber: la caída del pelo, la barriguita cervecera, la papada y las bolsas en los ojos.

 

La demanda de injerto capilar se está acrecentando, animada en parte por sus buenos resultados en famosos del deporte y la televisión. Tanto es así que se especula sobre si este futbolista o aquel presentador estrenan pelo o se tapan la cabeza porque estarse sometiendo a las famosas técnicas FUE y FUSS.

 

P0r lo que respecta a las otras cuestiones, el abdomen tiene para el varón, además, una connotación de mala salud. Y es que los médicos lo recordamos constantemente: el contorno abdominal puede ser un indicador de futuros problemas cardiovasculares. Si nos centramos sólo en la estética, la distensión de los músculos del abdomen puede darse también en personas delgadas, lo que se marca mucho a nivel estético. Los excesos que se fijan en el contorno del varón se pueden eliminar con liposucción o con abdominoplastia. La primera consiste en la extracción de. la grasa, mientras que a ésta se añade en la segunda la recolocación de la musculatura distendida y, si es necesario, una dermolipectomía. Si se la eliminado mucho volumen es necesario ayudar a la piel en su retracción, a que vuelva a colocarse en su lugar original.

 

Estamos hablando de cirugías mayores, pero hay otras menores, por decirlo de alguna manera, que pueden restar años si se consiguen buenos resultados. Hablamos mucho en nuestras redes sociales de la cirugía de la mirada, la blefaroplastia y es que, es cierto, mejora mucho la estética facial del hombre, porque le devuelve alegría, brillo y luz a la mirada.

 

Un problema bastante común del varón son las bolsas en los ojos, que no sólo restan belleza sino que añaden años. Cuando son muy pronunciadas revierten al hombre de un aspecto triste y cansado, no siempre acorde con su estado físico y mental. De ahí que la blefaroplastia o cirugía de los párpados sea una de las más demandadas por los hombres e, insistimos, una de las más efectivas. Por su sencillez, economía y buenos resultados es un procedimiento muy recomendado para quienes tengan este problema en la mirada. Para eliminar esas bolsas, que son hereditarias se realiza una microincisión de un centímetro en la conjuntiva de cada ojo, lo que no deja cicatriz alguna. El objetivo es fortalecer el septum orbitario, la membrana que separa y contiene la grasa que rodea al globo ocular dentro de la órbita, cuándo esté es débil. Esto se consigue gracias a la fibrosis que tiene lugar en la cicatriz resultante de la operación, lo que fortalece el septum, consiguiendo que esas bolsas no vuelvan a aparecer.

 

La blefaroplastia es una cirugía ambulatoria, que dura entre 40 y 50 minutos y que se lleva a cabo en quirófano bajo anestesia local. En ella se puede abordar, a la vez, si es necesario el párpado superior, que a veces cae sobre el ojo. Se retira la grasa, pero aquí también es necesario eliminar la piel sobrante.

 

Los párpados hinchados se pueden heredar, no son sólo producto de la dieta o el estilo de vida general, y lo mismo le sucede a la papada. La grasa que queda bajo el mentón y que puede llegar al colgar de una manera muy antiestética se elimina mediante una liposucción de papada. También se realiza en quirófano y este doctor recomienda complementarla con el injerto de grasa en el mentón, con el fin de potenciar la elevación de la mejilla y lograr la armonía del conjunto. A este efecto se le denomina Facial Jawging.

Por último, y si hablamos de varones más jóvenes, recomendamos los tratamientos de autoregeneración inyectables: plasma rico en plaquetas y grasa propia . También, con el objetivo de ralentizar la aparición de arrugas y de dar brillo y tersura a la piel, el ácido hialurónico.