- Lunes, 11 de noviembre del 2013
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- Publicado por: Martín Anaya
El invierno invita a esconder el cuerpo, y cuando llegue de nuevo el momento de enseñarlo, quizás ya sea demasiado tarde.
Todos tenemos un debe corporal pendiente, unos acúmulos grasos que están ahí, y que nos gustaría que no estuvieran, un pecho descolgado o falto de volumen por embarazos, lactancias, genetica, asimetrias …… Y a algunos estos temas les preocupa más que a otros.
Si te encuentras en el primer grupo debes saber que no siempre hay que pasar por un quirófano para solucionarlo.
Pero también debes saber que en ocasiones la única solución es quirúrgica.
Y se abre también una tercera posibilidad: que no esté indicada ni la cirugía ni los tratamientos médicos, y por lo tanto no podamos hacer nada para ayudarte en los problemas que nos planteas.
La presoterapia, los tratamientos ultrasónicos, la radiofrecuencia, la mesoterapia, el lipofilling y la lipoescultura corporal son las armas con las que nos manejamos para modelar un cuerpo.
Y todo esto no lo decides tú. Las revistas bombardean continuamente con el penúltimo invento del siglo que supera al antepenúltimo publicado el mes anterior. Acude a un especialista. A un cirujano plástico. Conforme a tu edad, tu historia clínica, el estudio de tus acúmulos grasos, tu tipo y estado de la piel, y tus expectativas…valorando todo esto, él debe aconsejarte.