LA IMPORTANCIA EN UN MÉDICO DE SABER DESCONECTAR

Amigos BilbaoPeña de Francia

Cuando estudias medicina no elijes sólo una profesión, elijes un estilo de vida. Se es médico las 24 horas del día, o por lo menos así lo aprendimos mi generación. Pero, por salud mental, debes mantener alguna parcela de tu vida al margen de la profesión…

 

No se si serán los primeros síntomas de la vejez que se nos avecina, da la impresión que un ritmo más veloz del que marcan las agujas del reloj, pero cada vez tengo más presente el pasado para afrontar con energía el futuro más inmediato.

Si en el día a día es la familia la que aporta la serenidad y el descanso mental necesario para encarar cada jornada de trabajo, existen dos pilares en los que necesito apoyarme periódicamente para mantener la batería completamente cargada.

Uno de esos pilares es un entorno, un paisaje, una comarca. De la Sierra de Francia, al sur de Salamanca, frontera natural entre la comarca cacereña de las Hurdes y la dehesa brava salmantina. De allí vine, y con toda certeza sé que allí voy.

El otro ancla emocional son los amigos. La vida de un médico es tan absorbente que, al final todos ellos provienen de la medicina. Mis amigos de la Facultad, los amigos andaluces de la residencia, mis amigos catalanes de la etapa del Hospital Clinic, mis amigos del Gregorio Marañon…,  doy las gracias a todos ellos por soportarme.

Pero hay un grupo, que resiste, como en la Antigua Galia, a ser conquistado, sin relación alguna con la medicina. Se ubica en el norte, donde pasé dieciocho inolvidables años de mi vida. Juntos iniciamos, en aquel lejano 1972, nuestra formación en la añorada E.G:B de los Salesianos de Deusto, y con el devenir de los años se han convertido en unos amigos imprescindibles para, recordándome de donde vengo, no olvidar nunca a donde voy.

Nos conocimos con siete años de edad, algunos con seis, y después de las piruetas y saltos mortales de la vida, cada uno tiene su camino marcado, pero cuando nos juntamos, dos o tres veces al año, me hacen sentir que quizás no me fui nunca completamente de allí.

Este fín de semana fue uno de esos marcados en el calendario. Paliza de viaje, pero tengo la sensación de que vuelvo como nuevo.

Gracias por vuestro cariño.

La foto no hace justicia a más de uno. Si alguno no está de acuerdo en cómo ha salido, las quejas….al fotógrafo.