¿Minicirugías estéticas ? Aclarando el concepto

Seguro que habréis oído hablar de las minicirugías. También habréis leído algún artículo o noticia en la que se emplee este término. Muchos de vosotros nos preguntáis si existen estas “pequeñas cirugías estéticas” y, en caso afirmativo, en qué se diferencian del resto de operaciones de esta naturaleza que se realizan en el quirófano.
En mi opinión, cuando se habla de minicirugía o cirugía exprés deberían identificarse pequeños procedimientos que se hacen en las clínicas como quitar un lunar, reparar un lóbulo rasgado o inyectar grasa en los pómulos u otra parte del rostro. No entrarían esta categoría intervenciones que requieren anestesia general y sedación.

Hablamos de la cirugía de párpados, la corrección del tamaño y la forma de las orejas o de la extracción de grasa en pequeñas áreas como la papada, las rodillas o los brazos. La blefaroplastia, la otoplastia y la liposucción, sin importar el área de abordaje y la cantidad de grasa a extraer precisan de una seguridad y de un control del paciente dentro de un entorno médico determinado. En ese entorno, el cirujano debe estar pendiente del abordaje quirúgico y no de la anestesia y otros parámetros, asuntos que corresponden al anestesista y al resto del personal de quirófano.Rebajando la entidad de los procesos quirúrgicos se puede ganar tiempo y ahorrar dinero, pero se pueden perjudicar el resultado y la seguridad del paciente.

En este punto también se puede incluir lo que desde nuestra clínica consideramos como las normas postoperatorias preceptivas. La cirugía de mama, por ejemplo, precisa de una noche de hospitalización, para la tranquilidad de médico y paciente, y el confort de este último, bajo supervisión y con los calmantes indicados tras salir de quirófano.

Por último, aclarar que no hay cirugías estéticas menores en relación al dolor. Existen pacientes con mayor o menor tolerancia al dolor. Pero para eso, para ayudarles a superar esas horas posteriores a la intervención, está el seguimiento postoperatorio, que debe continuar en casa, una vez el paciente ha recibido el alta.