LA CIRUGÍA ESTÉTICA. SIN MITOS NI LEYENDAS.

La capacidad de adaptación que muestra la cirugía estética a los deseos de los pacientes es sobresaliente. A la meta de unos resultados naturales y armoniosos, alcanzados hace años, se ha unido la forma de obtenerlos: pequeños procedimientos que no incomodan a los pacientes, como mucho, más allá de los dos o tres primeros días.

Pero esta accesibilidad y popularidad de la cirugía estética ha supuesto que el cirujano plástico tenga que asumir la responsabilidad de frenar los deseos desenfrenados de una sociedad que, en   ocasiones, va varios pasos por delante de una oferta equilibrada y sensata.

La felicidad de las personas no depende de estas cirugías. Si equivocamos belleza y juventud,  toda nuestra vida perseguiremos un pasado que no volverá. Pero si estos “retoques” sirven para que el paciente se encuentre más a gusto consigo mismo y su vida familiar, social o laboral se ve mejorada, pues adelante.

No existe una edad concreta  a partir de la cual las cirugías estéticas estén más o menos indicadas.. Existen pacientes, donde el estilo de vida, su herencia genética,  su reloj biológico y su historial médico marcan la pauta. El paciente tiene un deseo y unas expectativas. Sólo decide operarse o no. El modus operandi corresponde exclusivamente al cirujano. La indicación quirúrgica y el procedimiento adecuado para alcanzarlas son responsabilidad del cirujano plástico. El éxito real de la cirugía se fragua en el despacho. En las primeras consultas.  Información clara, veraz y honesta. Ahí está el éxito.

Con los años uno aprende muchas cosas. Destaco dos. Una es seleccionar el paciente que debe llegar a tu quirófano, teniendo la certeza que el paciente no sólo te ha escuchado con atención, sino que te haya comprendido. La otra es saber decir “no”.

 La experiencia, desde luego es un grado. Pero debe formar equipo con una puesta al día continua y la ilusión  por el trabajo. Nunca debe uno acomodarse. Debes estar en permanente búsqueda de  mejoras. Pero con equilibrio. Los cirujanos plásticos no somos dueños de ninguna región anatómica. Pero somos innovadores. No hay una técnica ideal. Es como el cirujano la pone en práctica. Debe ser reproducible, predecible, sencilla y con mínimas complicaciones. Cada uno de estos ingredientes es necesario para obtener un buen resultado en cirugía estética.