- Viernes, 14 de febrero del 2014
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- Publicado por: Martín Anaya
Si no sabes, no ves, pero como sepas…¡sólo ves eso!
¡Cuantas ocasiones, un paciente, ya confiado en su doctor, después de algún que otro exitoso tratamiento, te pregunta:
-Y usted, qué me haría, por ejemplo, en la cara…?
Huyo de esas respuesta como de la peste. Peligrosísima. Opino, en desacuerdo con colegas y compañeros, que no se debe responder. Contesto siempre con una pregunta: -“Tú, cómo te ves?
Todos tenemos mejora, pero no todos debemos ejecutarla. Sólo deben ponerle una solución aquellas personas que les produzca desazón, preocupación, les afecte emocionalmente y no les deje disfrutar plenamente. Entonces es cuando hay que consultar. No todas las narices con “caballete”, ni todas las “pistoleras”, ni todas las bolsas de los párpados deben operarse.
Si uno contestara a la pregunta y dijera:
-“Sí, estas fenomenal, pero quizás tienes los surcos nasogenianos un poco marcados, y el labio superior necesita, de forma discreta, un poco más de volumen”.
-¿Síï..?
Ya está hecho el daño. Una persona que no había reparado en esos detallitos…, ya, cada vez que se mire al espejo dirá:
-Es verdad! ¡Qué surcos!, ¡No tengo labio!
Y ella, que vivía tan feliz, se crea un complejo o necesidad que antes no tenía.
Completamente distinto es que, si vas a operar una nariz, aconsejes todo lo que debes modificar , aunque él o ella no lo vean… Que cuando vayas a hacer una liposucción y le preocupen las “pistoleras”, tú le aconsejes la zona de los flancos o las caras internas de los muslos para que la figura quede más armónica…, O que si vas a realizar un lifting facial, no puedas dejar esas bolsas y ojeras en el párpado inferior. Esto es distinto a lo de…Usted, ¿qué me haría?
Hace casi veinte años, la mujer de un grandísimo amigo protagonizó el ejemplo anterior. Y yo le contesté!!! Siempre me recordaba, cada vez que nos veíamos, que no tenía labio!
Este 1 de Enero pasado, a las tres de la tarde, hizo un año que nos dejó María. Con apenas los cuarenta rebasados, se fué…, y dejó a mi amigo “desde siempre” Javi Cámara, a sus dos hijos pequeños, y a todos sus amigos aquí…, siendo incapaces de olvidarla…