- Jueves, 11 de junio del 2020
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- Publicado por: Moisés Martín Anaya
La elección del traje es la clave para el gran evento, el díaD del amor, o lo que es lo mismo, el día de la boda. Es una decisión en la que se invierte tiempo para mirarse, probarse y en preguntar a las amigas y familiares sobre las distintas preferencias o sobre cómo nos sienta este vestido o aquel traje.
Todo resulta vital para la fecha en la que vamos a sellar un compromiso que, esperamos, dure para siempre. Se contempla hasta el más pequeño detalle y se medita cada uno de los aspectos y complementos que van a rodearnos durante y después de la ceremonia.
Dentro de la elección del vestido con el que se llega hasta el altar, la forma del cuello o escote es uno de los más importantes. Salvando elecciones como el cuello Perkins, el escote Halter o el estilo camisero, las novias, sobre todo si se casan en primavera o verano, quieren mostrar que su vestido realce la parte del pecho y escote.
Por supuesto que el traje tendrá mucho que ver en el éxito final que se coseche pero también los cuidados que le hayamos dedicado a esta zona del cuerpo, no siempre valorada en su justa medida. Así como cada día aumenta la demanda de tratamientos estéticos para el rostro, no ocurre lo mismo con el área que debe acompañarlo en una visión conjunta, el escote.
La piel que se encuentra bajo el cuello y sobre el pecho está también muy expuesta a los factores externos, también en invierno porque ni vamos lo suficientemente resguardados del frío, ni nos ponemos fotoprotección a pesar de que también se necesita en esos meses. En cuanto al verano, llevamos la zona al aire a medida que aumenta el calor, con los clásicos tops y camisetas de tirantes.
Centrándonos en las consecuencias estéticas de la exposición a los rayos UVA, puede dar lugar al aumento del número de nevus o lunares, también de efélides, conocidas como pecas. También pueden aparecer unas manchas de color marrón, el lentigo, que cuando es benigno, como el resto de estas lesiones, se trata con láser y desaparece en pocas sesiones.
Existen diversos tipos de láser y en la clínica os recomendaremos el que mejor se ocupe de vuestra hiperpigmentación cutánea. Otra manera de conseguir eliminar las manchas es mediante la luz pulsada, que se actúa sobre el tejido dérmico que rodea a la lesión, pero sin dañarlo.
También, por supuesto, los peelings son eficaces para tratar manchas y granitos. Los menos agresivos están más indicados para pieles jóvenes, tersas y en las que el paso del tiempo no haya dejando demasiada huella.
En cambio, y teniendo en cuenta además que la piel del escote es muy fina, para novias más mayores recomendamos el tratamiento de plasma rico en plaquetas. Esta puesta a punto consiste en una inyección con material autólogo de la paciente. Es decir, material plaquetario enriquecido.
El plasma rico en plaquetas para el escote rejuvenece porque hidrata, disimula las arruguitas finas y aporta brillo y tersura.
Por último, os dejamos la opción de la mesoterapia con vitaminas y ácido hialurónico, que hidrata y regenera. Resulta ideal para pieles apagadas.