- Lunes, 7 de enero del 2019
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- Publicado por: Moisés Martín Anaya
Azúcar, alcohol y grasas. Tres elementos con los que, a buen seguro, nos hemos excedido estas recién despedidas fiestas. Resulta inevitable. La gastronomía es uno de los pilares en los que se fundamenta la celebración tanto social como privada de la Navidad. De un lado, los cócteles, aperitivos y hasta comidas y cenas de empresa. Del otro, reuniones familiares que, a veces, se prolongan durante fines de semana enteros, incluso puentes, y que consisten en una maratón de dulces, licores, rellenos de carne y deliciosos aperitivos variados de cada región.En definitiva, un pequeño atracón sostenido durante tres semanas que tiene sus consecuencias. No graves, por supuesto, pero molestas, y a las que se puede comenzar a poner remedio inmediatamente.
El efecto “día después” resulta importante. Cuando se trata de ponerse manos a la obra, lo mejor es comenzar cuanto antes, pero ¡ojo! no de forma incontrolada y arbitraria. En estas primeras semanas de enero no son pocas las personas que comienzan una dieta escogida al azar, bien porque les resulta más barata o porque la consideran más fácil de cumplir.
Los expertos aconsejan, en este sentido, ponerse siempre en manos de profesionales, desde el propio médico de cabecera hasta llegar al nutricionista. Nunca comprar productos adelgazantes motu proprio y, mucho menos, entregarse a las llamadas dietas yo-yo. Es sabido que este tipo de regimenes son malísimos para la salud y que el peso perdido se suele recuperar e incluso aumentar a los pocos meses.
En estos días también es común una mayor afluencia de pacientes que demandan soluciones de medicina estética contra el aumento de peso.Recomendamos dejar pasar unos días antes de someterse a cualquier tratamiento, aunque no sea quirúrgico. El motivo: el cuerpo ha sido sometido a un estrés tanto por la falta de sueño, como por el exceso de grasa y azúcar, así como por la ingesta de alcohol. Necesita “desintoxicarse”, por decirlo de alguna manera.
Para comenzar, es bueno beber dos litros de agua al día y tomar alimentos diuréticos como piña , alcachofa o espárragos. Puedes acompañarlos por pescados como el atún o por huevo, alimentos ricos en vitamina B, elemento que disminuye con la ingesta de alcohol.
Al reducir tus niveles de vitamina B quemas menos grasas, que se suelen depositar en el abdomen, los glúteos o los muslos ( las famosas y terribles cartucheras). Para eliminar estos depósitos grasos, prescribo la presoterapia , una técnica basada en el masaje y que ayuda a aumentar la circulación de los líquidos retenidos, mejorando la circulación sanguínea, el aporte de oxígeno a los tejidos y eliminando las toxinas acumuladas.
Para el tratamiento de la celulitis la flaccidez de la piel y reducción de la circunferencia corporal, el conocido flotador, la medicina estética aporta el sistema Velashape, una máquina que masajea la zona, relajando al paciente durante las seis sesiones recomendadas.
Para terminar, os recuerdo que otra de las grandes perjudicadas por los banquetes navideños es la piel. No sólo por la falta de sueño, sino también por la ingesta del alcohol y la reducción de vitamina B. A la fatiga se unen, pues, la deshidratación y algunos pequeños brotes de acné.
Lo mejor, añade, volver a empezar con algún peeling no agresivo y proceder, por último, con algún tratamiento natural para el rostro. El Unstress, por ejemplo, es ideal para que el rostro recupere su flexibilidad, brillo y tersura.
Apto para embarazadas y también para ellos.
Que tengáis un gran año.