Cirugía de reducción de la mama, para mujer y para hombre

La cirugía estética es hoy una práctica socialmente normalizada, pero en sus inicios parecía reservada a famosas estrellas del celuloide. Las grandes damas del cine no sólo no envejecían en la pantalla, sino que, además, surgían, de pronto, en una nueva producción, luciendo un espectacular escote con más volumen del habitual.

Fue así como comenzó a hacerse mediática la cirugía de aumento de mamas, que siguió asociada desde aquellos primeros años de Hollywood a las personalidades famosas. Hoy en día, cirugía estética continúa siendo, de alguna manera, sinónimo de demanda de famosos que trabajan con su imagen, pero no debemos olvidar, explican los profesionales, que esta práctica médica es también una cuestión de salud.

Es el caso de las operaciones de pecho, tanto en la mujer como en el varón destinadas a reducir un tamaño excesivo en las mamas y que perjudica a los pacientes no sólo física sino también psicológicamente.

 

Gigantomastia, cuando la talla nos impide hacer vida normal

 

El origen de la gigantomastia, como se denomina al pecho femenino excesivamente grande puede ser  hereditario, pero también deberse a problemas hormonales, especialmente asociados a dos periodos de la vida de la mujer, la adolescencia y la menopausia.

Un pecho excesivamente grande puede ocasionar problemas de espalda, debido al peso de la mama, así como dermatitis bajo la misma, por el roce y el sudor asociados.

En estos casos, se recomienda la reducción de mamas, que hoy por hoy es la tercera cirugía estética más demandada en nuestro país. Se trata de una intervención para extirpar, bajo anestesia general en quirófano, los excedentes de tejido glandular, grasa y piel.

El procedimiento quirúrgico dependerá del tamaño de la mama y de su nivel de caída, lo que también determinará el tamaño de la cicatrización resultante.

 

Pecho abultado, un motivo de complejo para los niños y adolescentes

 

En cuanto a la edad para pasar por el quirófano, la recomendación esperar hasta los dieciocho años e incluso, si es necesario, hasta los veintidós, cuando finalice el desarrollo de la mujer.

En cambio, si hablamos de ginecomastia y de hombres, es decir, de pechos demasiado grandes en el varón, se puede operar antes si existe un complejo que perjudica considerablemente al niño o al adolescente.

Esta cuestión  deberá ser consensuada entre padres, equipo médico y, si es necesario, un profesional de la psicología que acredite la necesidad de que un menor pase por el quirófano.

La reducción de volumen puede hacerse en uno o ambos senos y, dependiendo cada caso, se retira grasa, tejido glandular y piel. Según haya que extraer poco o mucho material orgánico, (la liposucción es la operación indicada) se realiza en quirófano bajo anestesia general o bajo anestesia local.

Una mama masculina puede presentar un tamaño anormal por diversos motivos. Entre ellos, también aquí las hormonas juegan un papel importante, y aunque también la alimentación influye, se debe tener especial precaución con ciertas medicinas como los anabolizantes.

Por último, aconsejamos vigilar cualquier crecimiento anormal en la mama del varón ya que, aunque infrecuente, el aumento de tamaño puede camuflar algún tipo de problema oncológico.